Las intervenciones están destinadas a promover la salud y prevenir las enfermedades mentales que todos podemos sufrir a lo largo de la vida. Para ello, doy orientación y apoyo psicológico a personas que necesitan una ayuda en momentos difíciles, disminuyendo su malestar emocional y proporcionando pautas para el manejo y la prevención de estos problemas. Ante situaciones como pérdida de un ser querido, despido, ruptura de pareja, problemas de relación con otros, nerviosismo, problemas del sueño, dolor crónico, desmotivación, tristeza, decaimiento, falta de motivación, etc. una intervención adecuada ayuda a superar el problema y aprender técnicas que nos ayuden en el futuro.
En función de las necesidades del paciente, diseño una intervención personalizada para
tratar de solventar los problemas psicológicos que presenta, fijando unos objetivos
terapéuticos que guiarán el trabajo hacia la mejoría. Esta intervención se basa en la
orientación cognitivo-conductual, empleando siempre técnicas validadas
científicamente, adaptándome a las necesidades, curso y situación de cada persona que
acude a consulta.
En el caso de las intervenciones neuropsicológicas, esta intervención puede tener un
carácter rehabilitador (tratando de que la persona recupere su funcionalidad previa) o
bien de tipo estimulador (tratando de ralentizar el curso de la patología subyacente).
Se hace un análisis exhaustivo del estado del paciente, incluyendo las principales áreas
cognitivas (lenguaje, memoria, orientación, atención, etc.), el estado de ánimo (si
existen signos de depresión o ansiedad), el entorno y otros factores que puedan estar
influyendo en el rendimiento intelectual. Todas estas evaluaciones se realizan con
pruebas estandarizadas en la población española y de uso común entre los profesionales
sanitarios (con el fin de comunicar los resultados de forma sencilla a otros profesionales
que puedan estar prestando sus servicios).
Estas evaluaciones están indicadas en caso de sospecha de procesos neurodegenerativos
(como la demenciade tipo Alzheimer, el Parkinson, etc.), presencia de daño cerebral
adquirido (traumatismo craneoencefálico, infecciones, problemas vasculares, etc.),
trastornos psicológicos de larga duración (como depresiones persistentes) así como en
enfermedades metabólicas que puedan afectar al rendimiento cognitivo (diabetes,
afectación del tiroides, etc.) o en caso de adicciones.
El proceso de envejecimiento puede causar malestar a gente que incluso se encuentra en
la mediana edad. Los cambios en el aspecto físico, cambios sociales, familiares,
corporales, pueden dar lugar a malestar. Una intervención a tiempo puede prevenir la
aparición de problemas que se manifestarán años más tarde.
Además, las personas mayores requieren una atención especializada para paliar el
malestar que puedan sufrir debido a patologías asociadas a la Por ello, llevo a cabo
intervenciones destinadas a mejorar el estado anímico, cognitivo y social de los
mayores, procurando fomentar su independencia y autonomía. También realizo
intervenciones en trastornos de conducta como deambulación, insomnio, conducta
desinhibida, etc.
Cuando un ser querido sufre un problema como en el caso de las demencias, su entorno sufre. La falta de conocimientos sobre la situación, las ideas preconcebidas o no saber cómo podemos prestar ayuda son algunas de las situaciones más comunes. Por eso, ayudo a las familias a entender la situación por la que están pasando, dando información clara y comprensible. Además, ofrezco apoyo para el manejo de las propias emociones, técnicas de comunicación, asesoramiento ante conductas extrañas, etc.
Organizo cursos, charlas, seminarios, etc. sobre aspectos importantes relacionados con la psicología, la salud mental y el proceso de envejecimiento: manejo de emociones negativas, técnicas para el control del estrés, solución de problemas laborales, envejecimiento saludable, etc.